El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y la Fundación TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary presentan Nebulosa de la calabaza, la primera exposición individual de la artista Tabita Rezaire en España. Se trata de una muestra sensorial e inmersiva, comisariada por Chus Martínez, que reúne tres instalaciones realizadas en 2024: Omo Elu, Des/astres y Omi: Templo de Yemoja, la primera, por encargo de la Bienal de Lagos (Nigeria) y las siguientes, coproducidas por TBA21 junto a la Fondation Louis Vuitton (París) y Schering Stiftung (Berlín), respectivamente. Las piezas constituyen un tríptico dedicado a la orisha Yemoja, el espíritu principal de la religión yoruba, originaria de África Occidental, y que se considera madre de los ríos y océanos, símbolo del origen y perpetuidad de la vida. “Mi trabajo en general, y esta obra en particular, gira en torno a la belleza y al ciclo infinito y circular de la vida”, explica la artista.
Rezaire (París, 1989) es una artista afrociberfeminista y multidisciplinar, una activista que explora las intersecciones entre tecnología, arte, espiritualidad, decolonización y sanación. De origen francés y residente en la Guayana Francesa, utiliza el vídeo, la construcción de espacios inmersivos y la performance para desafiar narrativas y promover un entendimiento holístico del mundo, en el que las realidades están interconectadas. Su trabajo recupera conocimientos y prácticas ancestrales y fusiona saberes indígenas, africanos y no occidentales con tecnologías digitales para explorar cómo las prácticas espirituales y de sanación sirven como herramientas para la resistencia, la emancipación y la reconstrucción de identidades y comunidades.
La artista tiene una profunda conexión y compromiso con la naturaleza, tanto a nivel personal como artístico. Se autodefine como “hija del agua, como un arroyo que deambula e intenta fusionarse de nuevo con el océano”. “Soy una buscadora de lo divino tanto dentro de mí como intento encontrar un sentido al gran misterio de la vida; exprimir la experiencia para encontrar la conexión entre mi canción interior y la canción de la creación”, explica Rezaire. La muestra continúa la línea desarrollada por el museo y TBA21 este año en torno a las sociedades postcoloniales, a través de exposiciones como La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza (del 25 de junio al 20 de octubre de 2024) y Stephanie Comilang. En busca de la vida (del 5 de marzo al 26 de mayo de 2024). Según Chus Martínez, “Rezaire vuelve la mirada hacia mitos, saberes y prácticas cognitivas de culturas no occidentales, a menudo borradas por el poder colonial, y su forma de estructurar la extracción de recursos naturales, corporales y mentales de los territorios”.
Con una atmósfera intimista, la exposición entrelaza el conocimiento indígena y la ciencia moderna. Las piezas sumergen al visitante en una exploración profunda de los ecosistemas acuáticos y las cosmovisiones indígenas, a la vez que estimulan el pensamiento crítico sobre las realidades y los desafíos ambientales actuales e invitan a reflexionar sobre la interacción entre diferentes sistemas de pensamiento y creencias en torno a la agricultura, la salud y el bienestar, la ciencia, la economía y la política. Una llamada a reconectar con el entorno y reconocer la aportación de las culturas no occidentales en la búsqueda de soluciones para la crisis ecológica.
La primera pieza es la instalación circular Omo Elu, encargada por la Bienal de Lagos (2024), Nigeria, y presentada por cortesía de Tabita Rezaire y Goodman Gallery. Se compone de siete textiles que muestran las diferentes encarnaciones de la orisha Yemoja: como madre, agua, guerrera, creadora, sanadora, gobernante y bailarina. Las telas están teñidas con índigo, mostrando el compromiso de la artista con los métodos tradicionales de tintado empleados en Nigeria y Tailandia. Este pigmento tiene un profundo significado, ya que no solo sirve para teñir tejidos y decorar objetos, sino también para realizar adornos corporales o prácticas curativas rituales. Con esta pieza, Rezaire tiende un puente entre el patrimonio cultural y la práctica artística contemporánea, reinterpretando lo sagrado desde una óptica moderna.
La obra central de la exposición, y que se exhibe por primera vez, es Des/astres, un encargo de TBA21 y Fondation Louis Vuitton, que ha contado con el apoyo del Ministerio francés de Cultura, Juventud y Deporte. La sorprendente arquitectura de la instalación, de madera circular y techo de hoja de palma, evoca un carbet, el espacio tradicional de reunión, celebración e intercambio de Tabita Rezaire. © Yussef Agbo-Ola [Olaniyi Studio], 2023 los Wayana, un pueblo indígena de la Guayana Francesa. En su techo, a modo de cielo digital, se proyecta un vídeo circular que crea una experiencia inmersiva similar a la de un planetario y que los visitantes pueden ver tumbados en hamacas tradicionales amerindias, cosidas a mano en algodón. Dividida en cuatro secciones (bosque, agua, piedra y cosmos), la pieza audiovisual explora la conexión del ser humano con la naturaleza y el universo, yuxtaponiendo imágenes de la selva amazónica y sus árboles sagrados con otras de zonas contaminadas por la acción humana y los procesos de extracción y colonización, presentando también entrevistas a expertos locales que reflexionan sobre cuestiones como la deforestación y el cambio climático. Se trata de una instalación que entrelaza la investigación científica con las tradiciones sagradas y suscita un examen contemplativo de las percepciones históricas y contemporáneas del cosmos.
La muestra finaliza con Omi: Templo de Yemoja, una instalación sensorial dedicada a la orisha Yemoja, coproducida por TBA21 y Schering Stiftung, Berlín, donde la obra se presentó en el marco de la exposición Omi Libations (de abril a julio de 2024). Rezaire explora la relación entre biología y espiritualidad con el agua como motivo principal, invitando a los visitantes a conectar con un entorno habitado por seres físicos y espirituales. La pieza es el resultado de un viaje de investigación a Tanzania realizado por la artista junto al arquitecto Yussef Agbo-Ola y los biólogos Alex Jordan y Anja Wegner, del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, con el objetivo de estudiar la flora y fauna de los arrecifes de coral y el ecosistema del lago Tanganica. Esta convergencia de biología, ecología, espiritualidad y arquitectura les ha permitido plantear nuevas perspectivas sobre las dimensiones acuáticas y el origen de la vida.