Fue ayer

Ella cantaba la paz
azul como el cielo.

Una dulce felicidad
fluyó en lágrimas
de sus ojos
abiertos de par en par al mundo.
Armiño de espuma
extendida y sonrosada
Tres puntos rojos
como besos en su estomago
Tres estrellas de sangre
inundadas de vía láctea
Tres petirrojos
florecen de lado.
Ella era sencilla y dulce.
Ella aún no tenía diez años.

Dominique Martín
Guayana francesa