CAMINO, CAMINO, AVANZO, VUELO
Hay penas dulces y amargas.
Cantaron las piedras del camino bajo el látigo de las pisadas
Lloraron las olas del mar con voz de mujeres.
Cantaron los caminantes sin destino seguro.
Lloraron las piedras de los ríos mientras yo buscaba en vano las palabras exactas de aquella acuarela y quería construir mi morada en aguas claras, en las rocas de arena blanca en el ocaso de la tarde dormida.
Una larga tristeza se desprendió de mis ojos.
El mundo es una decepción aunque la noche tenga el canto de los luceros.
Los “No me olvides” festejaron su belleza
Y yo tengo fortuna porque canto mis tristezas.
Poesía: Anabelle Madden
Caracas Venezuela