Mi alma

MI ALMA
QUEDÓ ANCLADA EN TUS SUEÑOS ,
EN LA IRREVERENCIA DE TUS PASOS,
EN EL TENTÁCULO DE UN MEDIODÍA.

Ella que destruyó las tristezas,
que ascendió a la cumbre,
de extraños designios,
emigró buscando la luna.

Ella fue frágil resguardo,
con profundas huellas,
crecientes resplandores,
por los caminos andados.

Mi alma desolada,
por sempiternas ausencias,
peregrina de querencias,
por promesas irredentas.

Ella atravesó mares de silencios,
sorteó clamores,
enlazó amaneceres,
en el alba de los besos.

Se marchó mi alma,
aquella niña,
que maduró en un portal
de magnolias y geranios.

Mi alma,
capullo de letanías,
mi alma quedó
anclada en tus sueños.

Zaida Juárez (Argentina)


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