Geografías del Tú

SI ME DESNUDARA DE MI PIEL ANTIGUA,
SI LAS COSTURAS DE ESTE NOMBRE SE DESHICIERAN
Y EN TUS PUPILAS HABITARA UN VÉRTIGO DE ECOS,
¿QUÉ CANCIÓN NACERÍA DE MIS LABIOS PRESTADOS?

Caminarías en mis huellas como ríos
que olvidaron su cauce, descubriendo
que bajo cada cicatriz late un bosque de preguntas,
y que las fronteras del alma son mapas en ceniza.

Serías la lluvia que desarma mis certezas,
el eco de un latido que no es mío
y sin embargo resuena en mis huesos:
un diálogo de sombras que tejen puentes en la niebla.

Descifrarías el alfabeto de mis heridas,
las sílabas rotas que guardo bajo la lengua,
y al rozar el filo de mis silencios,
sabrías que el dolor también tiene su geografía.

Si yo fuera tú, tal vez entendería
que las estrellas que nombramos no son las mismas,
pero la noche que las contiene es única:
un manto infinito donde todos nos perdemos.

Devorarías los libros de mi memoria,
esas páginas donde el tiempo se hace barro,
y al cerrar el volumen de mis días,
te encontrarías escribiendo tu propio prólogo.

Al final del viaje, cuando las máscaras caigan,
solo quedará un espejo sin dueño
donde tus ojos y los míos, por un instante,
serán ríos que desembocan en el mismo mar.

La pregunta flota en el aire, intacta:
¿quién soy cuando me despojo de mí?
Quizás la respuesta no es una palabra,
sino el temblor de dos manos que aprenden a ser tierra

Anabelle Madden (Caracas, Venezuela)


LEER  Homenaje a mamá