AUNQUE A VECES PASEN DESAPERCIBIDAS, LAS CORTINAS ACUMULAN POLVO, ÁCAROS Y CONTAMINANTES. UNA RUTINA DE LIMPIEZA ADECUADA PUEDE MEJORAR LA CALIDAD DEL AIRE EN CASA.
Las cortinas son uno de los elementos que más presencia tienen en nuestro hogar, pero también uno de los que más olvidamos a la hora de hacer aseo. Con el paso del tiempo, acumulan polvo, humedad, pelos de mascotas y hasta polen, lo que puede afectar la calidad del aire y la salud de quienes viven en el espacio.
En el caso de las cortinas roller, su practicidad y diseño moderno las hace muy comunes en departamentos y oficinas. Sin embargo, esto no significa que se limpien solas. Su superficie lisa puede parecer que no guarda suciedad, pero basta pasar un paño para comprobar cuánta acumulación puede haber.
Por otro lado, las cortinas blackout, tan populares en dormitorios por su capacidad de bloquear la luz, también requieren una limpieza periódica. Al ser más gruesas, muchas veces quedan fuera de la rutina habitual de aseo, lo que con el tiempo puede transformarse en un problema, especialmente si hay alergias o sensibilidad respiratoria en casa.
La frecuencia con la que se deben limpiar las cortinas depende del entorno. En hogares ubicados cerca de calles transitadas, con ventanas abiertas o con mascotas, lo ideal es limpiarlas al menos una vez al mes. En espacios más cerrados, cada dos o tres meses puede ser suficiente, aunque una revisión periódica nunca está de más.
En cuanto al método, no todas las cortinas se lavan de la misma forma. Las de tela ligera pueden ir directo a la lavadora con un ciclo suave y agua fría. En cambio, las cortinas blackout o roller requieren un tratamiento más delicado: lo más recomendable es limpiarlas con un paño húmedo, aspiradora de mano o productos específicos, evitando empaparlas.
El paso del tiempo y la exposición a la luz solar también deterioran las cortinas si no se cuidan correctamente. Una limpieza adecuada, además de evitar malos olores, prolonga la vida útil del material y conserva su aspecto. Por eso es importante revisar las etiquetas o indicaciones del fabricante antes de lavarlas.
Ventilar las habitaciones también ayuda a mantener las cortinas en mejor estado. Abrir las ventanas al menos una vez al día permite que circule el aire, se disipe la humedad y se evite la formación de hongos, especialmente en temporadas frías o en ambientes cerrados.
Incorporar la limpieza de cortinas dentro de la rutina de aseo general del hogar es una medida sencilla que puede tener un gran impacto. No se trata solo de estética, sino de mantener un ambiente saludable, libre de partículas que, aunque invisibles, afectan nuestra calidad de vida.
Tanto las cortinas roller como las blackout pueden conservarse en excelente estado con cuidados mínimos, siempre que se limpien con la frecuencia adecuada. No hay que esperar a que se vean sucias para actuar: la clave está en la prevención.