1.- EL DATO OFICIAL DE INFLACIÓN CORRESPONDIENTE A ENERO 2025, DE SÓLO 2.2%, CONFIRMA LA MARCADA TENDENCIA DE DESINFLACIÓN OBSERVADA DURANTE LOS ÚLTIMOS 12 MESES.
2.- La política cambiaria de ‘crawling-peg’ al 2% mensual hasta enero, inclusive, actuó como ‘coordinador’ de precios, por su impacto directo sobre los precios internos de los bienes transables (es decir, exportables e importados) y su impacto indirecto sobre precios internos de bienes no transables. Esa es la motivación, y justificación, para dicha política cambiaria, y para reducir el ritmo de suba del tipo de cambio de 2% a 1% mensual, para intentar que la inflación converja ahora a este último.
3.- Las políticas fiscal (superávit de cuentas públicas) y monetaria (no más emisión de dinero) tienen menos incidencia directa sobre la inflación, como ocurre en contextos de tipo de cambio administrado, como el actual, pero inciden sobre las expectativas a futuro. Concretamente, sin excesos de emisión de dinero ocasionados por grandes déficit fiscales, no debería haber, a futuro, desequilibrios monetarios que terminen en fuertes devaluaciones y aceleraciones inflacionarias, como ocurrió, con distintos gobiernos y orientaciones ideológicas, en ene’14, dic’15, ago’18, ago’19 y dic’23.
4.- La contracara de esta política cambiaria exitosa para generar el proceso de desinflación observado hasta ahora es la discusión pública sobre ‘atraso cambiario’. Dos caminos posibles: (a) subir de un salto el tipo de cambio y/o acelerar el ritmo del crawling-peg, para tratar de generar competitividad cambiaria, a costa de acelerar la inflación, (b) mantener la política cambiaria, apostando a eliminar la devaluación como instrumento para intentar ganar competitividad, generando la urgencia de bajar costos rales.
5.- El Gobierno nacional está explícitamente comprometido con el camino de la estabilidad. Por eso en sectores metalúrgicos, automotrices, de maquinaria agrícola, de autotransporte de cargas, entre otros, estamos trabajando en profundidad, de manera rigurosa, con un sentido de urgencia, en propuestas de reformas laborales, tributarias y regulatorias que permitan reducir costos reales para lograr el desafío del desarrollo económico y social: ser competitivos con una moneda fuerte.
6.- Se trata de una estrategia de incidencia pública que es indispensable y urgente para (a) empresas y trabajadores de cada sector, que necesitan reducción de costos para ser competitivos, (b) Estado nacional, que necesita viabilidad de su política económica y su estrategia política basada en la estabilidad de precios, (c) estados provinciales y municipales, que tendrán cada vez mayor presión de empresarios y ciudadanos en general para reducir tributos, y necesitan entonces actividades productivas competitivas, para compensar por volumen lo que pierdan por alícuotas tributarias.
Dr. Gastón Utrera. Instituto de Economía Política. Insight 21. Universidad Siglo 21.