CUANDO CAMBIEMOS EL YO POR EL NOSOTROS, CUANDO ESTE UTÓPICO ANHELO SEA POSIBLE, TENDRÉ LA PRECAUCIÓN, LA CAUTELA DE INSISTIR, REINCIDIR EN MIS CRITERIOS E IDEAS PARA SEGUIR EXISTIENDO Y DE VEZ EN CUANDO MOSTRAR ANTE EL ESPEJO LA MEJOR VERSIÓN DE MI “YO INTERNO”, PARA NO DESECHARLE.
Ahora sólo soy una letra en busca de caminos y una pregunta esperando voz propia. Aunque no es fácil realizar mis sueños, mi mérito cotidiano es desearlos con esmero, con fervor, así haya densas nubes y a veces ni salga el sol.
Y bajo las tupidas nubes del desajuste global y la perturbación, se aprovecha la indiferencia del viento y acaba, arrasa con las ciudades, con las ciudades de letras que forman mis eufóricas, pacificas palabras.
Entonces, en un intento de rescate propio, cotidianamente elimino lo que me sobra para llegar a mi centro. Soy un océano inmenso sin olas, sin orillas, un cuaderno obsoleto sin las puntuales palabras para salvarme… para salvarles.
¿Quién me robó, quién me roba el placer, la libertad de ser quién soy, y simplemente serlo?
Oralia López Serrano.
(Escritora y poeta mexicana)
