En el linaje del amor absurdo
tirita a mediodía el espíritu de cupido,
yo baño a la esperanza en la tina de la ausencia
y remiendo los recuerdos
con los dedos lejanos de los astros.
Él ya no entiende el lenguaje de mis versos,
mis poemas son palomas pequeñas en su universo,
solo hacen nidos en bosques de piratas.
Su sol ya no calibra mis veranos
y su lluvia no moja mis predios.
El agua se ve esbelta en mis manos delgadas,
gota a gota se encarna en mis labios
el imperio de su boca en el yugo de la gloria.
Ayer, fue ayer
cuando aún florecían los mares en mi alcoba
y yo guardaba mis olas en el golfo amado
para el regreso de su nave.
Ayer, cuando yo ebria de amor,
besaba a la noche
en cada letra de su nombre
en cada sílaba dorada…