EL GUARDARROPA ES MUCHO MÁS QUE UN CONJUNTO DE PRENDAS: ES UNA EXTENSIÓN DE NUESTRA IDENTIDAD. SIN EMBARGO, MUCHAS VECES LO LLENAMOS SIN ESTRATEGIA, ACUMULAMOS ROPA QUE NO USAMOS O REPETIMOS ERRORES QUE NOS ALEJAN DE LO QUE QUEREMOS PROYECTAR.
La clave está en construir un vestidor inteligente, funcional y coherente con nuestro estilo de vida.
1 . El mito del “no tengo qué ponerme”
Frente a un placard lleno, muchas personas sienten que no tienen nada que usar.
El problema no es la cantidad, sino la falta de coherencia. Un guardarropa desordenado, lleno de prendas que no nos representan o no combinan entre sí, genera más ruido que estilo.
Error #1: Comprar por impulso (y no por estrategia)
Comprar sin pensar en lo que ya tenemos o necesitamos lleva a prendas repetidas o inútiles.
Las “compras emoción” (liquidaciones, tendencias pasajeras, prendas de una sola ocasión) terminan ocupando espacio sin aportar valor.
Cómo evitarlo:
Hacer una lista antes de comprar, conocer nuestro estilo, definir colores base y priorizar calidad sobre cantidad.
2 . No conocer nuestro cuerpo ni estilo personal
Vestirse para la etiqueta o para “parecer”, sin entender qué nos favorece, genera frustración.
Copiar looks de redes o de otras personas sin adaptarlos a nuestra esencia o silueta también es un error común.
Cómo evitarlo:
Identificar la propia morfología y definir un estilo base (clásico, creativo, romántico, urbano, etc.).
Vestirse para sentirse cómoda y auténtica, no solo para agradar.
3 . Guardar ropa que no usamos (el placard del pasado o del futuro)
“Por si adelgazo”, “por si vuelve la moda”, “por si me invitan a algo”…
Este hábito genera desorden y ruido visual.
Cómo evitarlo:
Practicar la regla del uno entra, uno sale y revisar el placard cada temporada.
Separar prendas que no usamos hace más fácil vestirnos y reconocer qué falta realmente.
4 . No tener prendas básicas de calidad
Muchas veces hay exceso de prendas llamativas, pero falta estructura: básicos bien cortados, en colores neutros, que combinen entre sí.
Sin esos pilares, es difícil crear looks coherentes.
Cómo evitarlo:
Invertir en prendas atemporales y versátiles: blazer, jean ideal, camisa blanca, pantalón negro, remera lisa de buena calidad, calzado neutro.
5 . Descuidar los detalles
Accesorios inapropiados, calzado desgastado, ropa mal planchada o combinaciones sin armonía.
Los pequeños descuidos pueden arruinar una buena prenda.
Cómo evitarlo:
Revisar el look completo, no solo la ropa.
Prestar atención a la textura, el calzado y los accesorios: los detalles hablan más de lo que creemos.
6 . No adaptar el guardarropa al estilo de vida actual
Hay personas que conservan ropa de etapas pasadas (trabajos, edades, contextos) y eso desconecta su imagen de su presente.
Cómo evitarlo:
Actualizar el guardarropa según el momento vital: trabajo, cuerpo, rutinas y proyección personal.
El estilo debe acompañar la evolución, no anclarla. Un guardarropa ideal no es el más grande ni el más caro: es el más coherente. Organizar por color, temporada y ocasión facilita ver lo que realmente tenemos y usarlo más. Cuando cada prenda tiene sentido y propósito, vestirse deja de ser un problema y se vuelve un acto de disfrute.
Por Sofia Iachini, asesora de imagen y productora de moda @sofia.iachini