Tu refugio

Te doy mi comprensión o mi silencio,
te doy mi admiración con la mirada,
mi alegría, mi paz, mis ocurrencias,
mis cuidados, mi música y mi calma.

Te ofrendo el tibio sol de mi ventana,
mi mesa y el café, por las mañanas,
las sabanas revueltas de mi cama,
y mi casa, mi pérgola y las plantas.

Vos, el impulso de encontrar refugio;
Vos, la fuerza de conquistar tu anhelo;
sin importar ni karma ni destino,
elevas nuestro amor al mismo cielo.

Somos dos corazones y un latido,
somos deseo, que a tiempo se buscaba,
errantes por el mundo, e ignorando
ser dos mitades de una misma alma…

Autor: Ercilia Morales Verdaguer