Señales de alerta y recomendaciones para padres: ¿cómo identificar si su hijo sufre bullying?

EL BULLYING NO ES UN PROBLEMA MENOR NI PASAJERO, PUEDE AFECTAR LA SALUD MENTAL, FÍSICA Y ACADÉMICA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES. ESTAR ATENTOS A LAS SEÑALES Y MANTENER UN DIÁLOGO ABIERTO EN CASA RESULTA ESENCIAL PARA PREVENIR SUS CONSECUENCIAS.

El acoso escolar continúa siendo una de las principales preocupaciones de padres y educadores. Según UNICEF, hasta uno de cada cinco niños sufre bullying en la escuela, mientras que uno de cada tres ha experimentado ciberacoso. Lejos de ser un “problema pasajero” o una etapa para “fortalecerse”, el bullying puede dejar huellas profundas en la salud física, emocional y académica de los menores.

Las consecuencias del acoso afectan a todos los involucrados: víctimas, agresores y también testigos. “En quienes son acosados, los efectos pueden extenderse hasta la adultez, con mayor riesgo de depresión, ansiedad, trastornos del sueño, disminución del rendimiento escolar e incluso pensamientos suicidas. Por otro lado, los niños que acosan a otros también enfrentan mayores probabilidades de caer en conductas de riesgo como consumo de drogas, violencia o abandono escolar. Incluso los testigos no quedan exentos, pues pueden desarrollar ansiedad, depresión o problemas de absentismo”, señala Freddy Meneses, psicólogo de Grupo Cetep.

Señales de alerta

Detectar a tiempo el acoso no siempre es fácil, ya que muchos niños y adolescentes evitan hablar del tema. Sin embargo, algunos cambios de comportamiento pueden encender las alarmas en los padres. 

  • Alteraciones en los hábitos de sueño o alimentación.
  • Síntomas físicos recurrentes (dolores de cabeza, estómago o náuseas).
  • Miedo, ansiedad o rechazo a asistir a clases.
  • Aislamiento social o abandono de actividades que antes disfrutaba.
  • Cambios en la relación con amigos, rechazo a hablar de la escuela o las redes sociales.
  • Pérdida o daño frecuente de pertenencias, o aparición de lesiones físicas sin explicación clara.
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Recomendaciones para padres

Ante la sospecha de acoso,Freddy Meneses especialista de Grupo Cetep recomienda a los padres dar el primer paso estableciendo un espacio seguro de diálogo con sus hijos. Algunas orientaciones clave son:

  • Estar atentos incluso si no lo cuentan. Muchos niños no hablan abiertamente con sus padres sobre el acoso. Por eso, es importante observar cambios de conducta y abrir conversaciones de manera cuidadosa, sin presionar, para que sientan confianza al compartir lo que les ocurre.
  • Escuchar sin juzgar. Validar lo que sienten y agradecer que compartan la situación.
  • Registrar los hechos. Anotar cada episodio de acoso puede ser útil para futuras gestiones.
  • Colaborar con la escuela. Denunciar y trabajar en conjunto con profesores y autoridades educativas para detener el problema.
  • Fomentar la confianza y autoestima. Animar a los niños a participar en actividades que disfruten y reconocer sus fortalezas.
  • Evitar la violencia como respuesta. Promover la búsqueda de apoyo adulto antes que recurrir a la agresión.
  • Si es ciberbullying, es importante no reaccionar impulsivamente para evitar escalar el conflicto y guardar pruebas (capturas, mensajes, links). Reportar y bloquear las cuentas ofensivas, denunciando en la plataforma cuando corresponda. Acompañar el uso digital sin castigos que generen miedo a perder el acceso a redes, fomentando la confianza. Además, educar en seguridad y ciudadanía digital, enseñando a cuidar la privacidad y la huella digital que se deja en línea.

El acoso escolar y cibernético no solo afecta la etapa escolar, sino que puede marcar de por vida a quienes lo sufren. La prevención y la detección temprana son fundamentales. Como recuerdan los expertos, la mejor herramienta es la comunicación constante entre padres e hijos: escucharlos, creerles y apoyarlos puede hacer la diferencia.