Durante las fiestas de diciembre, es común que la gente tenga una mayor ingesta de alimentos debido a la cantidad de celebraciones y eventos familiares en los que la protagonista suele ser la comida. Sin embargo, tanta celebración puede traer consecuencias, una de ellas, el llamado síndrome del corazón festivo. En 1978, el Dr. Philip O. Ettinger describió una serie de casos aislados de arritmias cardiacas temporales en pacientes sin enfermedad cardiovascular previa, asociados a un alto consumo de alcohol durante días feriados y festivos. Este síndrome paso a ser llamado síndrome del “corazón festivo”, y sigue siendo relevante en la actualidad, afectando aproximadamente un 60% de las personas adultas que toman alcohol en forma excesiva.
El doctor J. Emanuel Finet, MD, especialista en medicina cardiovascular de Cleveland Clinic explica este síndrome y cómo prevenirlo.
Su relación con el consumo de alcohol
Según Finet, consumo excesivo de alcohol puede causar intoxicación de las células del corazón, y dar lugar a varios tipos de trastornos del ritmo cardiaco, siendo la fibrilación auricular la arritmia más frecuente. La fibrilación auricular se manifiesta por palpitaciones, producto de latidos rápidos e irregulares. Conjuntamente, la fibrilación auricular puede ocasionar falta de aire severa debido a edema de pulmón; también, da lugar a accidentes cerebrovaculares, debido a embolia de coágulos cardiacos. Estos trastornos pueden disminuir significativamente la calidad de vida y la sobrevida.
Algunos factores de riesgo
La cantidad de alcohol consumido es el factor de riesgo principal del síndrome del corazón festivo, aumentando proporcionalmente la incidencia de la fibrilación auricular. Si el consumo excesivo de alcohol pasa a ser crónico, la toxicidad cardiaca puede llevar a la falla ventricular y a una condición de insuficiencia cardiaca llamada cardiomiopatía alcohólica.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Los síntomas más comunes de este síndrome incluyen palpitaciones (“mariposas en el pecho”), falta de aire, dolor de pecho (angina), y en caso severo, retención de líquido en los tobillos (edema). En algunos casos, los síntomas pueden ser leves o incluso inexistentes. Lamentablemente, muchos de estos casos se diagnostican después que las personas padecieron un accidente cerebrovascular embólico.
Por ello, el doctor Finet recomienda que, para prevenir el síndrome del corazón festivo, es fundamental el monitoreo de la cantidad de alcohol consumido. “El consumo debería ser moderado, o evitarlo completamente”, asegura el especialista. Las personas deben prestar atención a nuevos síntomas, como por ejemple palpitaciones, falta de aire, dolor de pecho, edema en los tobillos, saltos del ritmo cardiaco (extrasístoles), y demás. “Ante esto síntomas, no dude consultar a su cardiólogo o médico de cabecera, o ir al departamento de emergencia para ser evaluado”, concluye Finet.