LA EVIDENCIA CIENTÍFICA DE LOS ÚLTIMOS AÑOS DEMUESTRA QUE LA ATENCIÓN PSICOLÓGICA EN ONCOLOGÍA NO ES UN COMPLEMENTO, SINO UN COMPONENTE ESENCIAL DEL TRATAMIENTO INTEGRAL.
La incorporación del acompañamiento psicológico es cada vez más frecuente en los distintos espacios oncológicos. Esto responde, principalmente, al enfoque biopsicosocial de la medicina moderna, que reconoce la influencia de factores psicológicos, sociales y espirituales en la salud, y la importancia de incluir psicooncólogos en los equipos de atención para humanizar el cuidado.
En el marco del Día Nacional de la Oncología, que se celebra cada 7 de noviembre, referentes en educación y salud de la Universidad Hospital Italiano destacan que este cambio refleja un creciente reconocimiento de la psicooncología y de la necesidad de brindar una atención verdaderamente integral al paciente. “Muchos consideran la psicooncología como un nuevo paradigma en el sector de salud que integra ciencia y humanidad en el tratamiento del cáncer. Se busca no sólo tratar la enfermedad, sino también atender a la persona en su totalidad: cuerpo, mente y entorno”, explica el Dr. José Luis Faccioli, director de la Especialización en Psicooncología de la Universidad.
Evidencia científica con impacto clínico
Diversos estudios recientes confirman que la atención psicológica tiene un impacto positivo significativo en la calidad de vida de los pacientes con cáncer, especialmente en las dimensiones emocional, social y funcional.
Un metaanálisis publicado en Psycho-Oncology (Zhang et al., 2023), que incluyó más de 8.000 pacientes oncológicos, evidenció mejoras en la calidad de vida global (tamaño de efecto moderado g =0,35), así como reducciones sostenidas en ansiedad y depresión hasta seis meses después del tratamiento. Los mayores beneficios se observan cuando las intervenciones combinan educación sobre la enfermedad, estrategias de afrontamiento, reestructuración cognitiva y apoyo social. Los efectos son consistentes tanto en pacientes en tratamiento activo como en supervivientes, lo que demuestra su utilidad a lo largo del proceso oncológico.[1]
El apoyo psicosocial no sólo mejora el bienestar emocional, sino que también tiene un efecto indirecto positivo en la evolución clínica al favorecer la adherencia terapéutica y los comportamientos saludables. Según otro metaanálisis de Supportive Care in Cancer (Geng, H. et al., 2021), los pacientes que participaron en programas psicológicos estructurados tuvieron una adherencia 25 % superior a quimioterapia oral y controles médicos regulares, en comparación a aquellos pacientes que carecían de apoyo psicológico. También se descubrieron beneficios como un mejor control del dolor, menos ingresos hospitalarios evitables y menor abandono del tratamiento.[2]
Intervenciones psicológicas basadas en mindfulness y manejo del estrés han demostrado eficacia sostenida en la reducción del miedo a la recurrencia del cáncer, un factor clave que puede afectar la adherencia terapéutica y la calidad de vida incluso años después del tratamiento (Cillessen et al., 2022). En este sentido, los programas de terapia de aceptación y compromiso (ACT) y las terapias basadas en mindfulness han mostrado eficacia sostenida hasta 12 meses postintervención.[3]
Formación de profesionales de la salud: herramientas clave en el tratamiento de enfermedades oncológicas
Formar psicooncólogos requiere un enfoque cuidadoso y multidimensional, ya que se trata de una disciplina que actúa en la intersección entre la salud mental y el tratamiento oncológico. “Las competencias y saberes técnicos son tan importantes como el costado humano: conocimientos en oncología, sólida formación profesional, capacidad de trabajo en equipo, eticidad, habilidades comunicacionales, enfoque humanista y autocuidado”, explica la Mg. Fátima Barragán, también directora de la Especialización en Psicooncología de la Universidad Hospital Italiano.
Con una duración de dos años, esta especialización forma profesionales capaces de acompañar integralmente a pacientes con cáncer, sus familias y equipos de salud. El programa combina psicología, psiquiatría y psicofarmacología, promoviendo un enfoque humano y colaborativo. Dirigida a médicos y psicólogos, impulsa la investigación, el trabajo en red y la creación de modelos de atención más empáticos y efectivos.
[1] Fuente: Zhang, M. et al. Effects of psychological interventions on quality of life in cancer patients: A meta-analysis. Psycho-Oncology, 32(4), 2023.
[2] Fuente: Geng, H. et al. Effects of psychological intervention on treatment adherence and quality of life in cancer patients: A systematic review and meta-analysis. Supportive Care in Cancer, 29(9), 2021.
[3] Fuente: Cillessen, L. et al. Mindfulness-based interventions for psychological well-being in cancer survivors: A systematic review and meta-analysis. Psycho-Oncology, 31(1), 2022.
