LA CITOMETRÍA DE FLUJO DE NUEVA GENERACIÓN ESTÁ REVOLUCIONANDO LOS DIAGNÓSTICOS DE ENFERMEDADES ONCOHEMATOLÓGICAS, CON UN ALTO NIVEL DE PRECISIÓN Y SENSIBILIDAD, LO QUE PERMITE A LOS MÉDICOS AJUSTAR TERAPIAS Y MEJORAR PRONÓSTICOS EN CUESTIÓN DE HORAS.
Importantes prestadores de salud de argentina ya lo están implementando, lo cual contribuye a modernizar y agilizar los procesos de diagnóstico en patologías complejas.
Una nueva era en el diagnóstico clínico se está abriendo con la citometría de flujo de nueva generación, una innovadora tecnología que ya está siendo evaluada en hospitales públicos y privados en Argentina para atención de pacientes. Esta técnica está transformando la forma en que se procesan las muestras biológicas, permitiendo diagnósticos más rápidos, precisos y con un nivel de sensibilidad sin precedentes en enfermedades oncohematológicas.
A diferencia de las técnicas tradicionales, la citometría de flujo es capaz de analizar simultáneamente múltiples parámetros celulares a una velocidad y resolución que hasta hace pocos años parecía imposible. Gracias a la avanzada automatización, sensibilidad y precisión, los laboratorios ahora pueden detectar alteraciones mínimas en células y tejidos, lo que se traduce en diagnósticos más oportunos y tratamientos más eficaces.
En Argentina algunos de los centros de salud que han implementado sistemas de citometría de flujo de nueva generación son Hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce, Hospital Privado Universitario de Córdoba, entre otros.
La citometría de flujo ha encontrado amplia utilidad en ciencias como la inmunología, hematología, oncología, y biología celular ya que ayuda a precisar el diagnóstico de enfermedades como linfomas, mielodisplasias, mieloma múltiple, así como en la caracterización correcta de las leucemias agudas.
En el contexto oncológico, esta técnica permite además identificar de manera precisa el tipo de cáncer, lo que facilita la selección de tratamientos más dirigidos y personalizados. Su aplicación en el seguimiento de la enfermedad también es relevante, ya que posibilita la detección de células tumorales residuales en niveles muy bajos—hasta una célula maligna entre diez millones de células normales—, superando la sensibilidad de otros métodos como los estudios radiológicos o microscópicos. Esta capacidad de detección temprana permite ajustar oportunamente la terapia, con un impacto positivo en el pronóstico del paciente.
Colaboraciones tecnológicas para optimizar sistemas de salud
La implementación de esta herramienta ha sido posible gracias a la colaboración entre instituciones médicas locales y compañías líderes en tecnología médica, que han capacitado a equipos profesionales para operar estas plataformas de última generación.
Un ejemplo de esa colaboración es la creada entre Becton Dickinson (BD) líder mundial en desarrollo de tecnología médica con presencia en Cono Sur, junto con EuroFlow, consorcio internacional de investigación que se ha dedicado a estandarizar y validar pruebas de citometría de flujo para el diagnóstico y seguimiento de enfermedades oncohematológicas. Recientemente han realizado en Chile, un workshop conjunto que reunió a importantes exponentes del consorcio EuroFlow con la comunidad médica y científica de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia, para acercar las nuevas metodologías ultrasensibles dentro de la citometría de flujo estandarizada y compartir experiencias en el uso de la tecnología.
“Esto es como lo llamábamos antes robotizar. Poner a disposición la estandarización de reactivos, y la inteligencia artificial como ayuda al experto en la interpretación de los resultados. Estas son herramientas desarrolladas de tal forma que hacen que, en cualquier laboratorio, cualquier experto que haga una interpretación tenga una ayuda que es siempre la misma, que le va a decir siempre lo mismo. En esto la industria es primordial porque permite tener acceso a esa tecnología”, explica el Dr. Alberto Orfao, profesor catedrático de la Universidad de Salamanca, del Departamento de Medicina, y coordinador del Consorcio EuroFlow que desarrolló dichas herramientas en todo el mundo.
Con resultados que ya muestran beneficios concretos en la atención de pacientes, la citometría de flujo de nueva generación se proyecta como un pilar fundamental para fortalecer la capacidad de respuesta de los sistemas de salud y transformar el futuro del diagnóstico médico.
“Desde la industria de tecnología médica, tenemos la responsabilidad y la oportunidad de colaborar activamente en el fortalecimiento de los sistemas de salud. A través del desarrollo e implementación de nuevas tecnologías, es posible mejorar la capacidad diagnóstica, optimizar recursos clínicos y ampliar el acceso a una atención. Nuestro compromiso es trabajar en conjunto con distintos actores para impulsar modelos más sostenibles y centrados en las necesidades de los pacientes, así como acompañar a los sistemas sanitarios con soluciones que fortalezcan su capacidad de respuesta”, afirmó Marco Musitano, gerente general de BD para Cono Sur.