CON SOLO UN CELULAR Y CREATIVIDAD, ALESSANDRO GUZMÁN CONVIRTIÓ SU NECESIDAD EN OPORTUNIDAD. EMIGRÓ DE VENEZUELA A CHILE EN PLENA CRISIS Y COMENZÓ VENDIENDO PRODUCTOS EN EL METRO. PERO FUE SU INTUICIÓN DIGITAL LA QUE LE CAMBIÓ LA VIDA.
En TikTok encontró un canal no solo para vender, sino para contar su historia. Su capacidad para conectar con la audiencia lo impulsó como creador de contenido y luego como emprendedor digital. Así nació WaySuccess, su academia para formar a nuevos emprendedores en el mundo de las redes sociales.
Como muchas figuras emergentes del ecosistema digital, Alessandro también ha sido blanco de críticas. Las dudas sobre sus métodos y la presión mediática son parte del precio de visibilidad en Internet. Él lo asume con responsabilidad, y ha hecho ajustes internos en su plataforma para mejorar la experiencia de sus alumnos.
Alessandro representa a una generación que ya no ve el éxito como sinónimo de título universitario, sino de impacto digital. Pero ese camino, aunque inspirador, no está libre de obstáculos.
