En Argentina, menos de la mitad de las mujeres considera que se debe hablar abiertamente sobre menstruación

Un reciente estudio reveló que a pesar de los14 progresos significativos en la agenda de la salud femenina y de la lucha por la igualdad de género, la menstruación sigue siendo un tema tabú para una gran cantidad de mujeres argentinas. Solo un 42% de las participantes en la encuesta consideran apropiado dialogar abiertamente sobre el ciclo menstrual, lo que evidencia una incomodidad que rodea a este proceso natural.

Este informe elaborado por Essity, propietaria de marcas como Nosotras, TENA y Calipso, incluyó a 600 mujeres argentinas de diversas edades y estratos socioeconómicos, y da cuenta de cómo perciben y manejan su salud íntima. El estudio develó diferencias generacionales notables; las mujeres más jóvenes tienden a tener una visión más natural de la menstruación y no sienten la necesidad de disculparse por el aspecto u olor durante su periodo. Sin embargo, a medida que aumenta la edad, también lo hace la inseguridad y la vergüenza asociada a la menstruación y al aspecto u olor de la zona íntima.

“Estas actitudes se reflejan también en las opiniones sobre las relaciones sexuales durante la menstruación. Aunque la mayoría de las argentinas está de acuerdo con mantener relaciones sexuales durante su período, un 25% de las encuestadas está parcialmente de acuerdo con la idea de que las mujeres no deberían tener relaciones sexuales durante su período porque es desagradable para ellas, mientras que un 18% sostiene que es desagradable para las parejas. Estos porcentajes aumentan con la edad, lo que implica que, para un número importante de mujeres, especialmente las de mayor edad, la menstruación sigue involucrando sentimientos de incomodidad” afirma Florencia Sande, Brand Manager de Nosotras & Calipso.

Curiosamente, aunque el 86% de las encuestadas afirma que la menstruación afecta el estado de ánimo y emociones de las mujeres, cuando se observan los casos particulares, los números muestran una realidad diferente. El 41% de las mujeres ve su menstruación como algo natural y sostiene que sus síntomas son leves y no afectan su rutina ni sus relaciones personales. Un 15% asegura que la menstruación no limita su vida, incluyendo su vida sexual. Incluso durante su periodo, hacen ejercicio o salen con amigos. Por otro lado, un 26% de las encuestadas experimenta síntomas intensos antes y después de la menstruación que afectan sus actividades diarias, y expresan sentirse incomprendidas en su experiencia.

En cuanto a la comunicación sobre la salud íntima, las mujeres argentinas prefieren hablar sobre estos temas con amigas (20,3%), madres (14%) y su pareja (12,7%), en lugar de con doctores o especialistas (11,8%). Esto sugiere que las conversaciones sobre la menstruación y la salud femenina en general aún son más comunes en entornos privados y familiares, lo que puede limitar el acceso a información precisa y actualizada.

El rol de las marcas de higiene femenina

El informe también desataca la preferencia de las mujeres argentinas por las marcas que incluyen contenido educativo en sus comunicaciones. De hecho, la mayoría de las participantes del estudio considera importante que las marcas promuevan la educación sobre salud íntima (85%) y sobre el proceso natural de la menstruación (84%).

Nosotras es una marca que tomó un papel activo en este aspecto ya que, desde hace más de una década realiza talleres en colegios públicos y privados de Argentina para educar a las niñas, niños y adolescentes, sobre los cambios que experimentan durante la pubertad. Además, ofrece recursos adicionales como consultas gratuitas con ginecólogas y psicólogas online para resolver dudas, una aplicación para hacer seguimiento al ciclo menstrual y un podcast que invita a reflexionar sobre temas tabúes relacionados con la menstruación, el placer femenino y la maternidad, entre otros.

Al utilizar su plataforma para promover una imagen positiva y realista del cuerpo femenino, las marcas no solo pueden mejorar la experiencia de las consumidoras, sino también contribuir a romper los tabúes y estigmas que aún persisten en torno a la salud femenina. Al hacerlo, pueden ayudar a fomentar un ambiente más abierto y aceptado donde las mujeres se sientan cómodas discutiendo y explorando temas relacionados con su salud.