El último Rey

Su sangre corrió como río al rojo vivo de ardua lucha, en contra de usurpadores extranjeros, quienes robaban sus minerales sagrados.

Combatió con valentía y coraje cual indómita pantera, sin tener terror, al contrario, entregó su vida defendiendo a su población.

Su gran destreza guerrera lo puso al frente en ardua lucha contra los invasores, estos mataban a su gente buscando el oro y la plata.

Valeroso e indómito con honor y sin temor como fiera luchó contra el cruel oponente. El infeliz enemigo lo ahorcó a sangre fría.

Le quitó la vida al intrépido y último Huey Tlatoani, quien antes de morir gritó: “Quitadme la vida” quien ante el opresor jamás se rindió.


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