La Red Creer acompaña a personas privadas de la libertad en el momento previo y posterior a recuperarla. A través de diferentes oportunidades de formación y promoción de emprendimientos, el “afuera” puede albergar proyectos positivos y de sustento económico real. Lo mismo para quienes deciden emprender mientras cumplen un arresto domiciliario. Sobre todo, promueve en esas personas la certeza de mirarse diferente.
¿Cómo es vivir en contextos de encierro? ¿Qué sucede antes, durante y después? La cárcel puede transformar la mirada que las personas tienen sobre sí y sobre la sociedad, y también, con el acompañamiento de las organizaciones de la Red Creer, transformar sus trayectorias. El “posencierro” alberga dudas, dificultades y desafíos, pero también un camino de posibilidades para valorarse y animarse a ocupar roles diferentes a partir de esa experiencia.
La Red Creer genera espacios de formación y trabajo para dar respuestas a las preguntas que se hacen quienes transitan la cárcel y que también se configuran en ese mundo tras las rejas al que vuelven las personas que transitaron el encierro, muchas veces transformadas. “Pensar el adentro/afuera es pensar que el otro se pueda ver en un rol diferente. Por ejemplo: ¿por qué (alguien que se formó en la cárcel) no se puede proyectar en un rol diferente como docente? Ahí la subjetividad se materializa”, planteó Diego Tejerina, sociólogo graduado en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y coordinador del dispositivo posencierro del Centro Educativo San Martín (CUSAM), que es integrante de la Red y funciona en la Unidad Penal 48 ubicada en ese distrito.
Al cruzar las rejas, “hay que pensar más allá del trabajo. Hay muchos caminos, uno se puede volver un agente cultural de cambio”, subrayó Tejerina. Mirar esa instancia posterior demanda comprender todo el camino que una persona puede atravesar en la cárcel: si accede a estudiar o no, si tiene oportunidades de empleo, cómo se vincula con sus familias y afectos en el afuera, entre otros aspectos. “La educación conecta con la revalorización. La familia se vuelve con eso a la casa, se despierta el motor de la curiosidad. La familia te da un abrazo y a través de los ojos te dice: ‘seguí así’”, recalcó el también integrante de la Red de Estudiantes Universitarios de Argentina en Libertad.
Empezar o completar estudios primarios, secundarios o de nivel superior les permite a las personas profundizar y desarrollar habilidades socioemocionales y técnicas que sean la puerta de entrada a proyectos que les brinde confianza y autonomía. Esa es la meta de la Red Creer, compuesta por más de 160 organizaciones sociales, públicas y privadas de todo el país. “Muchas veces, la idea de un futuro distinto empieza a gestarse en los espacios de formación”, consideró Florencia Sequeira, coordinadora del colectivo.
Oportunidades a la orden del día
“Cuando empecé a salir me di cuenta de que el mercado era digital. Yo no me quiero quedar afuera del mercado, quiero explotar y estar laboralmente en lo que está en auge”, analizó Iván Soto, un emprendedor que accedió a un Fondo Semilla otorgado por la Red Creer para potenciar un la pata comunicacional de un proyecto gastronómico del que es parte y una productora digital mientras cumple con su arresto domiciliario.
Además de realizar cursos de otros rubros, como el automovilístico, Soto se formó en comunicación digital en la Cooperativa Esquina Libertad, que integra la Red y está conformada por personas que estuvieron privadas de la libertad. En la actualidad es parte de su equipo de comunicación con su productora. Con esos conocimientos coordina el área de marketing digital de “Lo de Silvia”, un emprendimiento gastronómico que lidera su mamá y emplea a 9 personas.
Para apoyarlo en el desarrollo de su trabajo, la Red Creer le otorgó un aporte no reembolsable que utilizó para comprar insumos como un disco externo, tarjetas de memoria y un estabilizador. “Todas estas instituciones son importantes para el desarrollo y el apoyo de una persona privada de la libertad porque uno no se siente solo, se siente acompañado y guiado”, consideró.
Trabajar y formarse para el empleo son realidades posibles en la cárcel. Las organizaciones de la Red Creer trabajan en Argentina para que cada vez sean más quienes puedan acceder a ellas y, así, que también esté al alcance de quienes se encuentran en contextos de encierro la posibilidad de construir un proyecto de crecimiento y confianza cuando cruzan las rejas.