EL ESTRÉS ES UNA DE LAS PROBLEMÁTICAS MÁS PRESENTES EN TODO EL MUNDO, Y ESTUDIOS RECIENTES INDICAN QUE SU PENETRACIÓN EN ARGENTINA SUPERA EL PROMEDIO GLOBAL. FRENTE A LA ENORME DEMANDA DE COMPLEMENTOS A LAS TERAPIAS TRADICIONALES, EL TRABAJO MANUAL GANA ADEPTOS ENTRE QUIENES DESEAN DESPEJAR SU MENTE. CONCENTRACIÓN Y SENSACIÓN DE CONTROL, LAS CLAVES DE SU ÉXITO.
Según un reporte publicado por la consultora Voices a finales de 2024, el 54% de los argentinos mantiene una percepción negativa respecto a sus niveles de estrés. Un porcentaje que ubica al país 22 puntos por encima del promedio global, arriba de poblaciones vecinas como las de Chile y Paraguay. En este contexto, el tiempo de descanso se transforma en un capital invaluable. Sin embargo, no se trata de frenar toda actividad, sino de encontrar aquella que permita reposar la mente.
Distintos estudios demuestran que las manualidades reducen el estrés, refuerzan la autoestima y mejoran la salud mental. Esto se debe principalmente a lo que los psicólogos denominan Estado de Flujo: un estado inmersivo que se alcanza al concentrarse plenamente en una actividad, generando así un proceso de reducción de la rumiación mental.
Estas tareas repetitivas también activan mecanismos fisiológicos que regulan el sistema nervioso, reducen el cortisol y favorecen la relajación. Asimismo, especialistas indican que el uso de las manos y el cuerpo en movimientos coordinados activa áreas cerebrales relacionadas con la recompensa y con la regulación emocional.
En Argentina, esta tendencia puede contar con un aliado inesperado, pero lógico: las ferreterías. Estos negocios no solo proveen las herramientas necesarias, sino también conocimiento práctico. Silvana Buico, propietaria de una ferretería con más de 100 años de historia y miembro de CAFARA, co organizadora de ExpoFerretera, sostiene: “Lo fascinante de nuestro rubro es la conversación con el cliente. Nuestro objetivo es que la gente se anime con las herramientas y sepa que puede hacer muchas cosas por su cuenta”. Efectivamente, los ferreteros ofician de guías y orientadores en tiempos en los que lo hecho a mano y el “hágalo usted mismo” recuperan valor.
Este fenómeno se presenta como una oportunidad para la reinvención del sector. Incluso, muchas marcas de herramientas y maquinarias para el hogar brindan talleres de uso de sus equipos, como pequeñas soldadoras, taladros y lijadoras eléctricas, incentivando el “Hágalo Usted Mismo” y el manejo seguro de los productos. Buico, quien expondrá sobre la relación entre ferreterías y oficios en ExpoFerretera 2025, fue pionera en este sentido al ceder el segundo piso de su local en Parque Patricios para la realización de distintos talleres: “Estoy convencida de que el trabajo con las manos, aumenta la creatividad y es beneficioso para la salud. Los ferreteros somos una especie de influencers del barrio, y creo que una de nuestras misiones es ayudar a recuperar los oficios”.
La necesidad demanda de espacios de reconexión con la capacidad transformadora que el trabajo humano tiene sobre la materia es cada vez más palpable en la sociedad argentina. Tal vez el ejemplo más claro de esto es la proliferación de talleres de cerámica, que hoy incluso son parte de la agenda cultural que ofrecen gobiernos y municipios en todo el país.
Frente a este escenario, las ferreterías tienen potencial para transformarse en actores fundamentales de este clima de época. Para lograrlo, deberán potenciar una dimensión constitutiva de su desarrollo, pero no siempre tenida en cuenta por el sentido común: la creatividad.