En el mes de la lucha contra el cáncer de mama, el Dr. Fernando Felice responde a las inquietudes más importantes que puede tener una mujer luego de una mastectomía y de superar un tratamiento oncológico.
“Por empezar, es muy importante decir que una mujer es bella en todos sus momentos y circunstancias. Alguien que superó un cáncer de mama tiene la hermosura de una mujer que ha dado una batalla. Ahora bien, llegan a nuestra consulta muchas pacientes que sienten que la mastectomía las afecta emocionalmente y entonces, sí, caminamos con ellas este recorrido de la reconstrucción mamaria”, comienza explicando el Dr. Fernando Felice (Matrícula Nacional: 108.614), cirujano plástico y docente de la UBA.
A nivel mundial, el mes de octubre es considerado por la Organización Mundial de la Salud como el mes de la lucha contra el cáncer de mama. La OMS creó el movimiento de este mes completo, con fecha en el 19 pasado, para crear conciencia y sensibilizar sobre esta enfermedad.
La búsqueda es promover que más mujeres tengan acceso a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos. “Una de las decisiones que toman los oncólogos es la de una mastectomía, es decir, una operación quirúrgica para extirpar uno o los dos senos. Luego de esto, las mujeres pueden optar por hacerse una reconstrucción posterior o no”, dice Felice.
Para despejar las dudas de quienes han atravesado por esta cirugía, responde cuatro preguntas clave que pueden hacerse las pacientes.
Respuestas a las inquietudes más comunes de una reconstrucción mamaria
1.¿Cómo se hace una reconstrucción mamaria?
“Quienes eligen hacerlo – es importante no apresurarse y pensar bien en la decisión, charlando con todos sus médicos – tienen varias opciones. Pueden usar implantes o bien tejido autógeno, es decir, el tejido de otros lugares del cuerpo. Algunas veces se usan ambas cosas para hacer la reconstrucción”, explica Fernando Felice, Director del Congreso Internacional de Medicina Estética, Masterhub.
Añade que esta cirugía puede hacerse al momento de la mastectomía o cuando las incisiones hayan cicatrizado y la terapia oncológica se haya completado. Una mujer puede hacerse una reconstrucción incluso varios años después de tener cáncer de mama.
2.¿Cómo es una reconstrucción con implantes?
“Un implante se inserta debajo de la piel o del músculo del pecho. En general, las mastectomías se hacen con una técnica que preserva la piel, esto es importante para que una mujer pueda tomar una decisión posterior”, comienza explicando el cirujano.
En la primera etapa, se coloca un expansor de tejido debajo de la piel o debajo del músculo del pecho; se llena lentamente con una solución salina y luego se reemplaza con un implante. “En general, el tejido del pecho está listo para el implante de dos a seis meses después de la mastectomía”, dice Felice.
3.¿Cómo se hace esta operación con el tejido del cuerpo mismo de la mujer?
“En la reconstrucción con tejido autógeno, se usa un trozo de tejido que contenga piel, grasa, vasos sanguíneos y algunas veces músculo de algún lugar del cuerpo de la mujer y se usa para reconstruir el seno. En general, se usan partes del abdomen o de la espalda. Sin embargo, también pueden obtenerse del muslo o de los glúteos”, dice Fernando Felice.
4.¿Cuáles son los factores que afectan la programación de la reconstrucción del seno?
“Como decíamos antes un factor fundamental es la decisión de la mujer, pero hay otros que tienen que ver con su tratamiento y que deben ser conversados con su oncólogo”, explica el especialista.
“Uno de ellos es si la mujer necesita radioterapia, ya que puede causar problemas para que sane la herida o infecciones en los senos reconstruidos. La reconstrucción del seno con tejido autógeno se reserva generalmente para después de este tratamiento, para que el tejido del seno y de la pared torácica dañado por la radiación pueda ser reemplazado por tejido sano de otros sitios del cuerpo”, aclara Felice.
“Aun cuando una mujer esté en perfectas condiciones según el informe de sus médicos para que la reconstrucción sea inmediata, ella puede elegir retrasarla para cuando tenga el alta final de su enfermedad o bien nunca hacerla, cada elección es única y perfecta”, finaliza el profesional.