Aunque el 37% desea vivir una experiencia swinger, apenas el 6% la concretó

TRÍADAS, POLIAMOR Y ESTILO SWINGER: LOS VÍNCULOS ALTERNATIVOS ESTÁN GANANDO TERRENO EN LA IMAGINACIÓN COLECTIVA, AUNQUE POCOS LOS HAYAN VIVIDO HASTA AHORA.

Gleeden, revela una transformación en marcha: el deseo de experimentar nuevos formatos de pareja crece con fuerza, aunque la mayoría aún no se anima a dar el paso. Según la “Radiografía de la No Monogamia en Argentina”, presentada por Gleeden –la primera app de citas no monógamas diseñada por y para mujeres–, hay un aumento constante en la intención de explorar formas de vinculación más allá de la pareja tradicional.

El estudio muestra que, aunque estas prácticas aún son incipientes, la fantasía, el interés y la apertura hacia nuevas maneras de relacionarse están creciendo de forma notable.

Uno de los datos más reveladores es el caso del estilo swinger: solo el 6% de los encuestados ha tenido esa experiencia, pero un 37% afirma que le gustaría intentarlo. Lo mismo sucede con las tríadas (relaciones entre tres personas): solo el 7% ha participado alguna vez, pero el 39% expresa que le gustaría probarlo.

“Lo más llamativo no es cuántas personas ya practican la no monogamia, sino cuántas más desean hacerlo. Hay un cambio profundo en marcha: el modelo tradicional ya no responde a todas las necesidades, y cada vez más personas se animan a imaginar vínculos alternativos. Desde Gleeden acompañamos ese deseo con una propuesta clara: un espacio seguro, respetuoso y libre de prejuicios donde cada persona pueda explorar cómo quiere vincularse, con quién y bajo qué acuerdos”, agrega Silvia Rúbies, directora de Comunicación de Gleeden para Latinoamérica.

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El deseo se diversifica
El informe también pone de manifiesto una tendencia clara: los vínculos alternativos ya son parte del imaginario afectivo de los argentinos.

Cuando se les pregunta cómo creen que serán las relaciones en el futuro, un 35% imagina un panorama donde la diversidad relacional predomine, con diferentes formatos de pareja coexistiendo sin jerarquías. Solo un 16% piensa que la monogamia tradicional seguirá siendo la norma.

Además, un 26% opina que aumentarán los vínculos mediados por la tecnología o la independencia afectiva, como la soltería elegida, las relaciones artificiales o las no exclusivas. Esta evolución sugiere que las estructuras afectivas están en plena transformación, y cada vez más personas se permiten imaginar modelos que priorizan el deseo, el consentimiento y la flexibilidad, más allá de las convenciones.