EN UN MUNDO DONDE LA TECNOLOGÍA REDEFINE LÍMITES, LA MEDICINA REPRODUCTIVA NO SE QUEDA ATRÁS. LAS TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN ASISTIDA (TRA), COMO LA FECUNDACIÓN IN VITRO (FIV), EVOLUCIONARON CONSIDERABLEMENTE DESDE SUS INICIOS. SIN EMBARGO, CON EL AVANCE DEL BIG DATA, LA COMPUTACIÓN EN LA NUBE Y EL DESARROLLO DE ALGORITMOS DE APRENDIZAJE AUTOMÁTICO, UN NUEVO ACTOR IRRUMPIÓ CON FUERZA EN LOS LABORATORIOS DE FERTILIDAD: LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA).
Lejos de ser una promesa futurista, la IA ya está transformando la práctica médica en diversas especialidades. En el campo de la reproducción asistida, sus aplicaciones permiten procesar grandes volúmenes de datos clínicos, realizar análisis más precisos y diseñar tratamientos personalizados con una eficacia sin precedentes. Al igual que ocurrió con la genómica o la criopreservación, la incorporación de la IA marca un punto de inflexión en la manera de abordar los tratamientos de fertilidad.
En ese contexto, Procrearte, centro líder en fertilidad de Latinoamérica, anunció el lanzamiento de Procreartech, una unidad dedicada a integrar inteligencia artificial (IA) en sus procesos clínicos. Con tres aplicaciones pioneras —selección ovocitaria y embrionaria y en breve, monitoreo de desarrollo folicular —, la institución busca posicionarse a la vanguardia de la innovación.
“Estamos muy orgullosos y entusiasmados con este lanzamiento. Con Procreartech buscamos centralizar estas innovaciones en un área interdisciplinaria que combina IA y genética”, explica Gastón Rey Valzacchi, Presidente y Director médico de Procrearte.
Selección ovocitaria: más allá de la morfología
Otra intervención clave de la IA en Procrearte es la selección ovocitaria. La calidad de los óvulos es determinante para el éxito de la fecundación y el desarrollo embrionario. Tradicionalmente, los embriólogos evaluaban la calidad ovocitaria basándose en forma y tamaño. Pero la IA va más allá. La IA utiliza algoritmos de aprendizaje profundo para analizar imágenes de los óvulos y predecir su potencial para convertirse en un blastocisto, una etapa avanzada del embrión.
En la práctica clínica de Procrearte, la IA se aplica tanto a ovocitos que van a ser vitrificados como a ovocitos frescos. En el primer caso, los algoritmos permiten anticipar el comportamiento de los óvulos que serán descongelados en el futuro, brindando a las pacientes una expectativa realista sobre las posibilidades de éxito de sus tratamientos. En el segundo, la evaluación automatizada de los ovocitos frescos permite seleccionar con mayor precisión aquellos que tienen más probabilidad de alcanzar la etapa de blastocisto. Esto representa un cambio significativo, ya que hasta ahora la valoración se hacía en base exclusivamente a criterios morfológicos.
En ese sentido, los resultados de un estudio presentado en el 32º Congreso Mundial sobre Controversias en Obstetricia, Ginecología e Infertilidad (COGI), un evento que reunió a líderes internacionales en salud reproductiva, confirmaron que la IA es capaz de identificar aquellos óvulos con mayor potencial de desarrollo embrionario. Los óvulos con mejores características – se analizaron más de 600 provenientes de tratamientos de fecundación in vitro – obtuvieron puntuaciones más altas en el modelo, lo que se asoció con una mayor probabilidad de convertirse en blastocistos.
“Antes, una paciente con baja reserva ovárica enfrentaba incertidumbre. Ahora, la IA nos dice qué óvulos tienen un 85% de probabilidad de fertilizarse”, agrega Rey Valzacchi.
Selección embrionaria: del ‘ojo experto’ a la precisión algorítmica
La selección embrionaria es otra área donde la IA está haciendo una diferencia. En los tratamientos de fecundación in vitro, la elección del embrión con mayor potencial de implantación es crucial para aumentar las tasas de éxito.
La IA puede analizar diversos parámetros morfológicos y genéticos de los embriones para identificar aquellos con mayor probabilidad de resultar en un nacido vivo. “Utilizamos técnicas avanzadas de selección embrionaria que incluyen el análisis y la evaluación morfológica mediante algoritmos de IA”, comenta Rey Valzacchi.
La inteligencia artificial y el futuro de la reproducción asistida
A nivel global, la IA está transformando la manera en que se diseñan y ejecutan los tratamientos de fertilidad. Su capacidad para procesar grandes volúmenes de datos clínicos permite mejorar la toma de decisiones, reducir los márgenes de error y aumentar las tasas de éxito.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., la integración de modelos de aprendizaje automático permite determinar con mayor precisión qué tratamiento es el más adecuado para cada paciente. Esto no solo mejora los resultados, sino que también reduce la carga económica de los tratamientos al evitar ciclos innecesarios o ineficientes.
Las principales áreas de aplicación incluyen la selección de embriones, la estimulación ovárica personalizada, el análisis espermático y la predicción de la respuesta a diferentes protocolos. En todos estos casos, la IA funciona como una aliada que mejora la eficiencia y precisión de cada etapa del proceso reproductivo.
Otro avance prometedor es la posibilidad de aplicar modelos predictivos no invasivos que utilicen datos genéticos y morfológicos para seleccionar los mejores embriones sin necesidad de biopsias. Esto abre un camino más seguro y menos invasivo para las pacientes, con menos riesgos y mejores perspectivas de éxito.
En términos globales, la IA representa una oportunidad para democratizar el acceso a la fertilidad. A medida que los algoritmos se perfeccionan y los costos disminuyen, será posible ofrecer tratamientos más efectivos a una mayor cantidad de personas, en distintos contextos sociales y geográficos.
Más allá de la precisión diagnóstica, la IA también habilita nuevas formas de personalización. Hoy es posible adaptar protocolos a las características genéticas, hormonales y clínicas de cada paciente, lo que se traduce en mejores resultados y una experiencia más humanizada.
La inteligencia artificial no reemplaza al médico, pero lo potencia. En Procrearte, cada algoritmo es una herramienta para cumplir sueños. Como resume Rey Valzacchi: “La tecnología sin humanidad es vacía. Nuestra misión es usarla para dar vida”.