EN EL PACÍFICO NADA UN DELFÍN ROSADITO,
DICE QUE ES ARTISTA Y CANTA MUY BONITO.
En el Atlántico salta con tambor,
cree que es marinero y capitán de humor.
Come pececillos con gran elegancia,
pero se distrae y hace la danza.
Hace “glu-glu-glu” con burbujas al sol, y sueña que viaja montado en un farol.
Le dicen travieso, payaso marino,
pues juega carreras con cada vecino.
Un pez lo regaña: —¡No armes tanto lío!
Y él responde alegre: —¡Yo soy rosadío!
De océano a océano va de diversión,
el delfín rosado es pura canción.
Gloria Inés Acevedo (Colombia)