TE VEO CADA DÍA, RADIANTE Y SERENO,
UNA BELLEZA INTERIOR QUE ME INSPIRA Y ME ATRAE.
MI CORAZÓN LATE CON ADMIRACIÓN, PERO MI VOZ SE MANTIENE EN SILENCIO,
NO QUIERO PERTURBAR TU PAZ, NI HACER QUE TE SIENTAS INCÓMODO.
Te observo desde la distancia, admirando la luz que emanas,
Pero sé que nunca podré acercarme lo suficiente para verdaderamente comprenderte.
La realidad es que cada persona tiene su propio camino y aún en la distancia seguiré admirándote en silencio,
Y esperando que encuentres la felicidad y la realización que mereces.
Paola Seibert, autora (Misiones, Argentina)