El 20% de la producción mundial de alimentos se pierde debido a enfermedades en animales.
La colaboración entre científicos, productores y autoridades es esencial para llevar adelante iniciativas que promuevan un enfoque preventivo y proactivo.
3 de noviembre se conmemora el Día Mundial de Una Salud o “One Health”, un acontecimiento que resalta la importancia de la interrelación entre la salud humana, animal y ambiental[1]. En el ámbito de la salud alimentaria, este enfoque resulta esencial para garantizar la seguridad de los alimentos en todo el mundo, desde la producción hasta el consumo final, así como el cuidado de las mascotas, las cuales cada vez se convierten más en integrantes de las familias. Con el aumento de la población y el impacto del cambio climático, la ciencia, la tecnología y la innovación se presentan como las claves para enfrentar los desafíos del futuro.
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) estima que el 60% de los patógenos que causan enfermedades en los humanos tienen su origen en animales, mientras que el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes provienen también del reino animal[2]. Estas cifras demuestran la profunda conexión entre los sistemas de salud humana y animal, y cómo un enfoque colaborativo es vital para prevenir y controlar la propagación de enfermedades zoonóticas, que podrían comprometer la seguridad alimentaria global.
La salud alimentaria es un pilar fundamental del enfoque de Una Sola Salud, ya que los brotes de enfermedades animales pueden poner en peligro no solo la producción de alimentos, sino también, la salud de las personas. Aproximadamente el 20% de la producción mundial de alimentos se pierde debido a enfermedades en animales[3]. Este impacto económico y productivo destaca la necesidad de implementar soluciones preventivas que permitan un uso más eficiente de los recursos y minimicen las pérdidas.
Actualmente, la ciencia y la tecnología son herramientas claves en la lucha contra estas pérdidas. Mediante la vigilancia sanitaria y el desarrollo de sistemas de diagnóstico avanzados, los veterinarios pueden identificar de manera temprana los riesgos para la salud animal y prevenir la transmisión de enfermedades que afecten la cadena alimentaria.
En este sentido, Fabiano Hideto Ikejiri, Gerente General de MSD Salud Animal en Argentina, comenta que “la innovación científica en el monitoreo de la sanidad animal es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria. Argentina actualmente cuenta con la tecnología necesaria para poder reducir las pérdidas en la producción de alimentos y, al mismo tiempo, proteger la salud de los consumidores”.
Con una población mundial proyectada en casi 10 mil millones de personas para 2050[4], la demanda de proteína animal aumentará en un 70%[5]. Este incremento impone una presión significativa sobre los sistemas de producción alimentaria, y la única forma de responder a esta demanda de manera sostenible es a través de la innovación. Tecnologías que optimizan el uso de recursos como el agua y el alimento en la producción animal, junto con soluciones que promueven la trazabilidad y la transparencia en la cadena alimentaria, son herramientas clave para avanzar hacia una producción más eficiente y segura.
La colaboración entre científicos, productores y autoridades es esencial para llevar adelante iniciativas que promuevan un enfoque preventivo y proactivo. Como subraya Fabiano Hideto Ikejiri, “la ciencia y la tecnología deben ser nuestros aliados para construir un sistema alimentario resiliente y seguro También para garantizar proteína de calidad en la mesa de nuestras familias y en el mundo. Argentina es un país exportador de alimentos, reconocido por la performance de la carne vacuna. Por lo cual, la estrategia de Una Sola Salud es el camino para que los productores en futuro puedan seguir teniendo o aumentar ganancias sin reducir la calidad de sus productos. Al adoptar enfoques innovadores, podemos no solo prevenir la pérdida de alimentos, sino también mejorar la salud y el bienestar animal”.
Por este motivo, el Día Mundial de Una Sola Salud es un recordatorio de que la salud global depende de la cooperación entre múltiples sectores. Este día subraya la importancia de seguir invirtiendo en ciencia y tecnología para construir un sistema alimentario más fuerte, eficiente y seguro, con soluciones innovadoras que protejan la salud de todos los seres vivos y el ecosistema que comparten.