Las fiestas de fin de año animan a muchos aficionados de la pirotecnia a tirar cohetes, bengalas, estrellitas, cañitas voladoras, petardos y otro tipo de fuegos artificiales. Más allá de que cada vez existe una mayor conciencia en torno a los peligros que esto acarrea y cómo los estruendos afectan a muchas personas y también a las mascotas, existen riesgos concretos para los propios usuarios de estos elementos y quienes los rodean.