Ayer, los empleados de esa estación de servicio, y trabajadores y directivos de muchas empresas, clubes de rugby, fútbol y distintas asociaciones fueron distinguidos en la primera entrega de los Premios INADEA, organizados por su Director, el médico cardiólogo Mario Fitz Maurice (MN 83671). En el evento que se realizó en el auditorio del Colegio Públicos de abogados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se homenajeó a quienes pudieron salvar vidas gracias a haberse cardioprotegido y capacitado a su personal. Exactamente 50 vidas en los últimos 10 años. El presentador, Julián Weich, explicó que los premios son un reconocimiento “a los auditores de la salud, a quienes están atentos, identifican dónde están los desfibriladores, y se preocupan y ocupan por saber maniobras de rcp para ayudar a los otros”.
Entre los premiados estuvieron, el Colegio de abogados, la Administración Garo, Administración General de Puertos, Das, Directv, Experta, I plan, Sano y bueno, Cámara de Diputados de la Nación, Bic, Pampa Energía, Argentina reanima, Axion, Fundación Argentina Reanima, y varios empleados de empresas como Pae, Aerolíneas Argentinas y Zurich que se capacitaron y siguen comprometiéndose con la cardioprotección. Durante la ceremonia también se reconoció a la Sociedad Argentina de Cardiología, a Ted, a Julián Weich, quien ha corrido maratones con un maletín de desfibrilador en su espalda, y al club Boca Jrs.
50 personas salvadas, 17 de ellas en el rugby
En el año 2013, el club de Rugby Los Pinos, en La Lonja, provincia de Buenos Aires, Leonardo Eraso le salvó la vida a Juan Vázquez, su entrenador y amigo, y quien es hoy el padrino de su hijo.
A los 38 años Juan tuvo una falla cardíaca y cayó desplomado mientras estaba elongando. Leo, su amigo, además de jugar en primera de rugby es guardavida y tenía conocimientos de rcp y sabía que en el bufet del club había un desfibrilador.
La ambulancia tardó 25 minutos en llegar, por eso Leo hoy repasa la historia y rescata la importancia de saber rcp y de saber utilizar desfibriladores, y de tener conocimiento sobre dónde están ubicados.
Juan se despertó con la mano de Leo en su pecho, sin entender nada. Hoy asegura que esa acción que le devolvió la vida fortaleció el vínculo entre ambos y generó conciencia en él sobre la importancia de capacitarse en RCP para ayudar a los demás y evitar muertes evitables.
El Dr. Mario Fitz Maurice, director de INADEA, había estado esa misma semana capacitando a los jugadores y empleados del club.
El rugby está cardioprotegido, pero ¿qué ocurre en el fútbol?
En Argentina el único estadio cardioprotegido es el de Boca Jrs., el resto solo tienen uno o dos desfibriladores que ni siquiera están identificados, es decir, ni empleados ni directivos saben bien dónde localizarlos.
Estadísticas que alarman
En Argentina hay una muerte súbita cada 15 minutos.
La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en nuestro país, tanto en hombres como mujeres.
El 80 por ciento de las muertes súbitas ocurren a personas que no tuvieron síntomas previos. Es decir que les ocurre a personas aparentemente sanas, de forma imprevista.
En situaciones de incendio muere 1 de cada 1000 personas, pero por fallas en el corazón 1 de cada 5. Es decir, la muerte por problemas cardiovasculares es 200 veces mayor.
La estadística es muy alta, por eso la necesidad de tener desfibriladores y de saber hacer rcp para salvar vidas.
El uso de desfibriladores triplica la posibilidad de vivir sin secuelas. El 80 por ciento de personas que reciben rcp y dea sobreviven.
En la Argentina rige una ley, la 27.159 que establece que los lugares públicos y privados de acceso público con concentración o circulación superior a 1000 personas por día deberán contar con al menos un desfibrilador automático externo (DEA). La ley se reglamentó en 2022, sin embargo, no se cumple y nadie lo controla.