Como bien lo expresó la agencia de noticias Télam, en su publicación del jueves 5 del corriente (ver nota), el mismo fue elaborado en consenso de todos los credos, habiendo hecho ACIERA un nutrido aporte, a través de un trabajo esforzado de más de 25 años. El objetivo del mismo, ha sido la promulgación de una ley que otorgue los derechos que las iglesias evangélicas, como así también los otros credos, requieren para el mejor cumplimiento de su misión en favor del bienestar general de la sociedad.
Creemos que es fundamental en un país donde su Constitución sostiene la libertad religiosa, que esto se plasme en una nueva ley que dé punto final, en el marco de la democracia, a la única ley vigente de tiempos de la dictadura, como lo es la actual Ley del Registro Nacional de Cultos Nº 21.745.
Por esto, solicitamos al nuevo Congreso que comenzará a sesionar a partir del martes 10 de diciembre, que otorgue su aprobación al reciente proyecto ingresado al Senado. Dicha aprobación, pondría punto final a una deuda que el Estado aún mantiene pendiente con las comunidades religiosas, en una nación donde el diálogo interreligioso es un modelo a seguir.
¡Anhelamos que se convierta en ley!
