Norte en Línea - Asseff

El diputado nacional y dirigente del partido UNIR Alberto Asseff formuló declaraciones a propósito de la posible incorporación a JxC de Jose Luis Espert.

Occidentales del Sur

Se sabe: ubicarse es parte de la construcción del éxito. En estos tiempos que el fútbol acapara el interés, todos los espectadores han refirmado el concepto de que el posicionamiento en el terreno de juego es crucial. Luego la diferencia la hacen el esfuerzo, la disciplina, la habilidad y, obvio, la fortuna. Por eso, la ubicación de la Argentina en la Región y en el mundo es decisiva para tentar un camino resurgente, luego de una larga y penosa cincuentenaria – o más - decadencia.

Nuestro país es una tierra rara. Grande, pero achicada. Poblada por una pléyade de emprendedores y de buenos trabajadores y profesionales, pero abrumada por una aplastante burocracia más mediocre que gris. Espaciosa, pero amontonada en 10.000 km2. Con una plataforma marítima anchrurosa, sigue de espaldas al mar.

El consenso mayoritario – atraviesa a todas las clases sociales, en todas las latitudes – es que deben hacerse reformas estructurales porque así no se puede seguir. Pero el gran interrogante, que genera aún más incertidumbre, es si se podrán realizar ¿Existirá fortaleza para encararlas? ¿Las mafias no se habrán extendido de tal forma que se introdujeron inclusive en las filas de quienes enarbolan el cambio? ¿Qué garantía tenemos de que no vuelvan a repetirse negociaciones con los mafiosos so pretexto de la gobernabilidad?

Contranarrativa

Una fortaleza del régimen que se instaló el 25 de mayo de 2003 es su relato. Lo han articulado con solidez y lo ejecutan con disciplina. Desde desfigurar al idioma – en el que está instalada nuestra identidad, nada menos – hasta conceptos económicos como que la emisión o la indexación no son inflacionarios, pasando porque sólo el Estado puede auxiliar al necesitado y que su creciente ‘presencia’ es el único modo de asegurar la igualdad.

El cambio en la Argentina tiene muchos obstáculos y trabas. Luego de tantas décadas de ir estructurando esta Argentina enrevesada y decadente no es sencillo reformarla. Se ha naturalizado la distorsión. Un caso clarísimo es el piqueterismo imperante.

¡Qué formidable consigna! Un país – una patria – justa, libre y soberana. Con esas tres banderas, el 24 de febrero de 1946 Perón ganó las elecciones contra su competidor, el radical José Tamborini. Fue una victoria neta, pero no rotunda; 53,71% a 46,29%. Han pasado 76 años de los cuales casi 39 ha gobernado el partido airoso en los inicios de 1946.

Los “ni-ni” son más de dos millones de jóvenes de 18 a 24 años que no trabajan ni estudian. Es un modo habitual de eludir la cuestión de fondo – en este caso una anomalía socio-educativo-económica formidable - tachándola de estigmatizante. Así, en lugar de abordarlo, se esconde el asunto. Nadie los acusa a los “ni-ni”.

El descontento se generaliza. Es casi lo único que crece en la Argentina junto con dos enemigos públicos: la ignorancia y la pobreza. En los hechos todo está desacreditado y lo peor es que la Argentina se halla en las antípodas de aquella fama que la distinguió en el planeta hace apenas 120 años.

Alberto Asseff (**), Diputado Nacional del Frente Renovador, presentó un proyecto de ley para que se declare a Campana como “Capital Nacional del Asado de Tira”.