“Los arrestos por parte del FSB, supuestamente a pedido del gobierno de los EE. UU., son inusuales dada la postura de Rusia sobre tales delitos. La noticia llega en un momento en que las tensiones políticas entre los dos gobiernos están aumentando y es fácil ser cínico sobre el motivo. En un momento en que Rusia necesita un poco de buena voluntad geopolítica, arrestan a personas asociadas con un grupo de ransomware desaparecido. Al menos, sirve como una advertencia para otros delincuentes de que operar desde Rusia podría no ser el puerto seguro que pensaban que era. Si bien podemos tener un breve tiempo para celebrar las buenas noticias, siempre es importante recordar que el delito cibernético no se trata solo de ransomware. Hay muchos otros ciberdelincuentes, que no se vieron afectados por estos arrestos, que seguirán operando como de costumbre".