Ante este escenario, reducir los costos de producción resulta fundamental. Uno de los factores a tener en cuenta es el nitrógeno que se utiliza para la purga de los tanques para evitar que el mosto y el puré residual no oxiden ni contaminen el lote siguiente. Al mismo tiempo, ayuda a transferir el producto final de un tanque a otro y a presurizar los barriles antes de su envío. También se emplea en el proceso de envasado, ya sea en lata o en botella, para conservar la consistencia y el sabor del producto.
Si bien la mayoría de las empresas aún depende de la provisión externa de este gas, hay quienes han apostado a generar nitrógeno in situ. En líneas generales, puede decirse que mientras las primeras están sujetas a los costos y tiempos de distribución de proveedores, las segundas han logrado aumentar las ventajas comparativas, a saber: reducir los costos, aumentar la seguridad laboral y contribuir al cuidado del medioambiente.
Un insumo vital en la línea de producción
El nitrógeno posee varias características que lo convierten en un aliado para el productor: no es inflamable, elimina el crecimiento de microbios que degradan el producto, es un gas seco, inerte, sin olor, sabor, color, y tiene menor densidad que el aire.
Generarlo in situ garantiza que los costos operativos no varíen al dejar de depender de terceros y de los ajustes que las gaseras puedan establecer por distintos motivos, como logística y tarifas de electricidad. Además, los generadores demandan espacios pequeños, desde 2 a 12 metros cuadrados, aproximadamente, y son equipos autónomos y de fácil manejo.
Del mismo modo, al utilizar solo la cantidad necesaria, minimiza los residuos de gas derivados de pérdidas por evaporación o la devolución de botellas de alta presión que nunca se pueden vaciar por completo. Además, optimiza la producción al mantener el fluido en movimiento empujando el producto a través de los tanques.
Por otro lado, ofrece mejoras en materia de seguridad laboral ya que elimina los riesgos de movimiento de tubos y recargas de tanques. Es también una buena solución para cooperar con la reducción de la huella de carbono al ahorrar el combustible que se utiliza para su traslado y los gases emitidos en la purga y ventilación de los recipientes antes de retornarlos.
En conclusión, la implementación de nuevas tecnologías y soluciones inteligentes colaboran para conservar los precios de venta, disminuir los costos hasta un 60% -al evitar gastos de alquiler y transporte- y lograr una productividad sustentable y rentable. Las empresas que generan nitrógeno in situ en el proceso de envasado se aseguran un suministro de gas ininterrumpido, rentable y de alta pureza.
Fuentes:
1. Dato extraído de la Asociación Toxicológica Argentina: https://toxicologia.org.ar/argentina-pais-mayor-consumo-alcohol-america-latina/#:~:text=Seg%C3%BAn%20datos%20del%20mercado%2C%20lo,que%20m%C3%A1s%20toman%20esa%20bebida
2. Según Ball Corporation, la única empresa dedicada a la producción de envases de aluminio en la Argentina. https://www.baenegocios.com/negocios/Despues-del-boom-cuales-son-los-nuevos-desafios-para-la-cerveza-artesanal-20220914-0086.html
3. Según el director ejecutivo de la Cámara de Cerveceros Argentinos, Alejandro Berlingeri: https://www.telam.com.ar/notas/202204/588395-inversion-industria-cerveza.html