Desde "Acciona por la Inclusión" apuntamos a una experiencia de reflexión estratégica a partir de la inmersión en la diversidad humana; que modifica visiones establecidas sobre el marketing, la discapacidad y el vínculo entre ambos. A pesar de los avances de los últimos años, continúa habiendo un enorme vacío para llenar y muchísimas oportunidades para aprovechar.
En líneas generales, las personas nos acercamos a la discapacidad por una de estas dos vías: la necesidad o la posibilidad. La primera se produce cuando nace un hijo con discapacidad: sus padres y su entorno familiar se involucran en el tema. El segundo escenario se da entre médicos, pedagogos, psicólogos, docentes o investigadores que en su trayecto profesional se cruzan con diversos casos y van sumando experiencia a lo aprendido. En cualquiera de los dos casos, se presenta un compromiso y una responsabilidad: ser una especie de micrófono hacia el mundo.
Hoy enfrentamos un cambio de paradigma en el que el otro tiende a ganar más relevancia. Lo antagónico cede ante lo participativo. La búsqueda de lo material deja lugar a la trascendencia. El individualismo y la voluntad de dominar caen frente a lo recíproco y lo colaborativo. ¿Homogéneo y separatista? Por fortuna, son valores de otra época: hoy las empresas apuestan por la diversidad y la inclusión. Y el narcisismo da paso a uno de los términos de moda de estos tiempos: la empatía. Todos podemos ser agentes de cambio en esta transformación: solo necesitamos darnos el permiso para lograrlo.