Sería maravilloso ver a la gente alrededor, brillando con la luz del Señor. No habría odio, ni deshonestidad, ni trampas, ni mentiras. Todos juntos alabando y glorificando el nombre de Jesús. Pero... eso nunca sucederá si nuestra vida sigue siendo una farsa espiritual y una piedra de tropiezo para los demás.
¿Cómo esperar que mi amigo diga sólo la verdad si todavía no me liberté de las mentiras? ¿Cómo puedo esperar que mi iglesia sea pura y santa, si continúo dando un mal testimonio?
¿Cómo podré desear que cada hermano aproveche el tiempo libre para evangelizar si yo nunca comparezco a las convocaciones para salir y llevar la Palabra de Dios? ¿Cómo podré desear que las misiones cristianas transformen el mundo se jamás hice cualquier cosa para ayudarlas.
¿Quieres transformar el mundo? Entonces comienza con la transformación de tu propia vida.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y mi deseo de que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha prosperidad.