Una actriz en la piel de otra actriz. Un espacio escénico previsible: un camarín de un teatro. Un homenaje a Sarah Bernhardt, considerada la mejor actriz de todos los tiempos. Extravagante, pasional, excéntrica, seductora, caprichosa, arrogante, astuta, Sarah construyó su propio personaje fascinante, contradictorio y siempre humano.
Redescubrir y evocar a Sarah ha sido un ejercicio teatral tan riesgoso como gratificante y partió de la consulta exhaustiva de materiales como biografías, críticas y, sobre todo, sus estupendas memorias.
Auténticas, transgresoras y protagonistas Claudia y Sarah se funden en un mismo espacio: el escenario, al que ambas consideran un altar.
Una admira de la otra su fortaleza, su dignidad, su perseverancia, su amor al teatro. Dos actrices unidas por una misma pasión, una puesta que, esperamos, sea un verdadero encuentro entre ambas.
Un atractivo espectáculo, con una gran actuación de Claudia Cárpena, recomendado por toda la crítica, para los amantes del verdadero teatro.