Según Naciones Unidas, la producción de energía eléctrica es el factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Por ello, uno de los objetivos de esta organización es “Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna”. Además, el abuso en el consumo de energía tiene una alta incidencia en la contaminación y es uno de los factores clave del rápido aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, que están haciendo subir la temperatura del planeta a un ritmo alarmante.