Las cosas que consumimos, desde los teléfonos inteligentes, automóviles, productos de tocador y hasta ropa de marca, tienen costos que van mucho más allá del precio en una etiqueta. La producción de bienes para la exportación a menudo implica la tala indiscriminada, minería contaminante, pesca ilegal y otras actividades que causan daños, a veces irreparables, a los hábitats naturales.