¿Has contado cuántos viajes hace tu notebook en un día? Del sofá a la mesa del comedor, al estudio, a la cama, la cocina, a la oficina, a tu café preferido. Incluso, la hemos llevado a una montaña o a la playa. Al ser dispositivos portátiles con los que se puede trabajar desde cualquier sitio, protegerlas es vital. Las notebook no sólo están expuestas a problemas informáticos, sino, además, a rayones, caídas y polvo que pudieran afectar también su rendimiento.