“Vinimos a expresar la solidaridad con los trabajadores de AGR por esta situación que atraviesan desde hace más de 90 días, luchando por sus puestos de trabajo”, afirmó Carlotto. Y enfatizó: “Nos sorprendió que haya una descomunal estructura represiva que se montó para desalojarlos de su legítimo puesto de trabajo”.
En ese contexto, Carlotto dijo que “nosotros responsabilizamos fundamentalmente al ministro Triacca en no dar respuestas en las instancias de intermediación que se deben implementar desde el Ministerio para solucionar éste y los múltiples casos que se presentan a lo largo y a lo ancho del país donde el ministerio de Trabajo debe tener un rol activo”. Y agregó: “Hay una total ausencia del Gobierno; lo que encontramos es un total apoyo a las patronales y no a la demanda de los trabajadores y a su situación”.
“Plantean el diálogo frente a cada situación de conflicto y aquí vinieron a aplicar palos y gases contra los trabajadores y sus familias. Es una situación inaceptable y hay que acompañar en la lucha al conjunto de los trabajadores”, concluyó Carlotto.
Por su parte, Sebastián Demiryi aseguró que “encontramos un impresionante operativo policial, desproporcionado, en relación al desalojo que se proponía y que demuestra una vez más que la única política de este Gobierno con respecto a la conflictividad social, al desempleo y a la pérdida de trabajo es la represión". Y añadió: “Acá no hay ningún diálogo; hay una única mirada desde el Gobierno que es seguir destruyendo el empleo y hambreando al pueblo”.
Por último, Demiryi sostuvo que “el retroceso en términos de trabajo y empleo se viene sufriendo en todo el país y golpea fuertemente en la Ciudad de Buenos Aires, como el caso de esta planta donde hoy asistimos a su cierre definitivo, como en innumerables fábricas que también cierran sus puertas”.