Creado en Viena a fines de 1600, este clásico de la viennoiserie a base masa de hojaldre de cuerpo aireado y manteca, conquistó los desayunos y meriendas de los argentinos.
Todos los domingos disfruta un mágico pasadía con acceso a piscina, toalla, parrillada, jugos y Wi-Fi de cortesía