Los movimientos geopolíticos están en el orden del día de todo el mundo. China, procurando neutralizar las tendencias desbordantes de su desarrollo interno, intenta promover a las ciudades de tercer rango para evitar la desmesura de sus megalópolis como Shanghái y tratando de afirmar su soberanía en el mar meridional, en dura puja con Japón, Filipinas, Vietnam y otros países. También es evidente cómo dosifica la amenaza de Corea del Norte, aparentando enojo, pero manipulándola.