Esta importancia central del agua se expresa en el ordenamiento institucional único que la Provincia ha desarrollado para la gestión de sus recursos hídricos, en la cual participan tanto instituciones estatales como los propios usuarios del agua.

A pesar de esta cultura hídrica profundamente arraigada en la sociedad, el accionar humano indefectiblemente genera complicaciones en el Río Mendoza, que deben ser subsanadas para resguardar la seguridad hídrica de la cuenca y de la sociedad que la habita.

Con ese objetivo nace el Fondo de Agua del Río Mendoza, una organización con participación de entes públicos, empresas privadas y organizaciones del tercer sector cuya finalidad es diseñar e impulsar mecanismos financieros y de gobernanza con el fin de contribuir a la seguridad hídrica y al manejo sustentable de la cuenca utilizando el conocimiento científico para alcanzar y mantener la seguridad hídrica a través de soluciones basadas en la naturaleza.

El punto de partida fue el de diseñar e implementar proyectos de intervención basados en la ciencia y en la naturaleza, para que las comunidades y sus actividades productivas puedan acceder a este valioso recurso de forma sustentable en el largo plazo, sin comprometer el equilibrio ecológico del acuífero a futuro. Al momento se logró:

✓ La restauración ecológica de 15 hectáreas de áreas degradadas por incendio en Potrerillos.
✓ Más de 5,000 plantas nativas sembradas para la recuperación de suelos y establecimiento de un vivero de plantas nativas.
✓ Más de 400 personas directamente beneficiadas por 6 distintos talleres de capacitación sobre manejo de recursos naturales.
✓ 130 hectáreas de conservación y protección de humedales de altura en el parque Aconcagua.

Programa de Conservación de Agua Dulce Patagonia
La región de la Patagonia Argentina tiene más de 20 cuencas hidrográficas; áreas donde se acumula el agua que cubren una extensión de más de 800.000 km2. Estas áreas tienen diferentes tipos de paisajes y animales debido a la forma del terreno, la lluvia y la temperatura. Algunas de estas áreas están en dos países, Chile y Argentina, y comparten recursos de agua entre ambos

“La Patagonia es una zona llena de contrastes: tiene áreas extensas de desiertos, bosques, lagos y glaciares. A pesar de tener recursos importantes de agua, en la mayoría de la región llueve muy poco durante el año, especialmente en invierno. Esto le confiere a la región una alta sensibilidad ambiental que, con el aumento de la influencia humana, enfrenta varios problemas relacionados con el agua. El cambio climático empeora esta situación, ya que altera cómo y cuándo llueve, provocando sequías largas y aumentando el riesgo de incendios forestales e inundaciones”, explica el equipo de Agua dulce de Patagonia de The Nature Conservancy en su programa acuático de conservación.

Con el objetivo subyacente de conservar las fuentes de agua de la Argentina, conectando a la gente y la naturaleza a través de la ciencia, las redes inteligentes y el aprendizaje conjunto, TNC trabaja para generar ciencia para la seguridad hídrica, contribuir a la protección y gobernanza de las cuencas hídricas y promover actividades de manejo y cuidado de cuencas.

Fortín Chacabuco en Patagonia
El 70% de la estepa de esta región sufre de diferentes grados de desertificación, lo que erosiona y degrada los suelos, haciéndolos incapaces de sostener la vida. Junto a productores locales, en Fortín Chacabuco, los profesionales de la institución promueven allí el pastoreo sostenible, lo que les ha permitido alcanzar objetivos clave de conservación.

A partir de 2014, TNC implementó un enfoque holístico en la gestión de la Estancia, considerando la producción, el medio ambiente y el aspecto humano para lograr un pastoreo equilibrado y sostenible. Este enfoque ha fortalecido el sistema de pastoreo sin perjudicar especies o hábitats críticos, promoviendo gradualmente la recuperación de los pastizales. El pastoreo planificado ha beneficiado los pastizales, mantenido el carbono del suelo y preservado la biodiversidad, algo cada vez más escaso en el norte de la Patagonia.

Actualmente, la Estancia Fortín Chacabuco se encuentra en la majestuosa Reserva Nacional Nahuel Huapi, adyacente al Parque Nacional del mismo nombre, en la provincia de Neuquén y la cautivante Patagonia Argentina. El entorno que rodea este establecimiento es asombroso, ofreciendo un paisaje típico de la región patagónica: montañas imponentes, lagos de una belleza natural sin igual y una sensación de vastedad que cautiva