"La vulnerabilidad es lo que permite la expansión de este tipo de delito organizado, aprovechando las debilidades de víctimas para privarlas de su libertad", dijo.
"No debemos dejar de lado a los clientes, que se ubican en posición de amos. Buscan con su dinero una exitación que consiste en la disponibilidad de una mujer o niños en posición de esclavitud para sentir que están destinados a consumar sus fantasias de perversión", finalizó.