Michelangelo abrió sus puertas al mundo del espectáculo en 1967 y se transformó en un emblema del tango en el mismo edificio en que se encuentra hoy, que data de 1850 y fue declarado patrimonio histórico de la ciudad. Tras décadas, vuelve a brillar en pleno Casco Histórico de la mano del empresario Luis Machi y sus hijos Alan y Luciano, también propietarios de los reconocidos Aljibe, La Ventana y Gala Tango.