Durante el 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) intensificó esfuerzos para destacar la importancia de la actividad física en la prevención y reducción de enfermedades no transmisibles (ENT) en todo el mundo. Es que el sedentarismo, ocupa el cuarto lugar entre los factores de riesgo a escala mundial y el 31% de la población mundial no realiza ninguna actividad física.

En América Latina y el Caribe, en particular, en los últimos dos años se observó un aumento significativo en el interés por promover estilos de vida activos. Pero la situación no es tan evidente cuando nos centramos en las personas mayores, quienes enfrentan desafíos específicos relacionados con la salud y dificultades puntuales a la hora de encontrar espacios o grupos que promuevan este tipo de actividades.

Diversos estudios demuestran que la inactividad física, más que la edad en sí misma, afecta la capacidad de las personas mayores para llevar a cabo sus actividades diarias de manera independiente. Además, y de manera indirecta, puede ocasionar más necesidad de visitas médicas, hospitalizaciones y un mayor uso de medicamentos ante diversas enfermedades. Además, la actividad física no solo beneficia la salud física, sino que también tiene impactos positivos en lo emocional y psíquico.

Desde la Gerencia Operativa de Promoción Social y Comunitaria del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se trabaja en proporcionar espacios gratuitos para que las personas mayores se muevan y también tengan toda la información que necesiten sobre actividades físicas. Actualmente, existen dos espacios: los Centro de Día que son espacios distribuidos en varias comunas de la Ciudad, donde se ofrecen variedad de actividades para promover el cuidado, la autonomía y el envejecimiento activo de las Personas Mayores y a los cuales se acercan alrededor de 1.243 personas al mes.

Por otro lado, desde el Gobierno de la Ciudad también lleva adelante el programa "Tercera en la Calle" a partir del cual 1.250 personas realizan actividades gratuitas, todas las semanas, en plazas y parques de diferentes barrios de la Ciudad. De estos talleres participan personas a partir de los 55 años y hasta los 105, por lo que, en algunos centros los grupos son intergeneracionales.

Cómo superar barreras
La actividad física en personas mayores conlleva una serie de beneficios, entre los que se destacan:
1. Aumento de la fuerza y masa muscular: actividades como el levantamiento de pesas pueden mejorar la función física general y reducir el riesgo de caídas.
2. Mejora de la salud cardiovascular: ejercicios como caminar, nadar o andar en bicicleta benefician la salud del corazón y reducen el riesgo de enfermedades cardíacas.
3. Mayor flexibilidad y movilidad: ejercicios de estiramiento, yoga y tai chi mejoran la flexibilidad y la movilidad articular.
4. Mejora de la salud ósea: actividades con soporte de peso, como caminar, contribuyen a la densidad ósea y reducen el riesgo de osteoporosis.
5. Control de peso: la actividad física regular ayuda a mantener un peso saludable, reduciendo el riesgo de enfermedades relacionadas con la obesidad.
6. Función cognitiva mejorada: se ha demostrado que la actividad física reduce el riesgo de deterioro cognitivo, mejorando la memoria y la atención.
7. Bienestar general: las actividades físicas mejoran el estado de ánimo, reducen la depresión y la ansiedad, aumentan la energía y mejoran el sueño.

Los programas propuestos no solo ayudan a las personas mayores a nivel físico, sino que son espacios de encuentro y de intercambio, en donde se encuentran programas adaptados y profesionales con las aptitudes necesarias para lograr la integración y la constancia en la participación.

“En cuanto al miedo de participar en este tipo de actividades, en los últimos años hemos podido incrementar la participación de personas mayores en un 200 %. Trabajamos en mitigar el prejuicio que estos espacios tenían y la transición de boca en boca es lo que ha permitido que cada vez se sumen más personas mayores. Este año implementamos nuevos deportes adaptados; cómo el newcom, rugby y fútbol. Con un gran éxito de aceptación. En donde ellos mismos se sorprenden que nada les duele al momento de practicarlo y que les remonta a sus infancias”, expresan desde la Gerencia Operativa de Promoción Social y Comunitaria.

Fomentando la participación
Los talleres de movimiento corporal ofrecen una amplia variedad de opciones para las personas mayores, desde taichi y danza armonizadora hasta gimnasia, zumba, yoga, newcom y rugby. La diversidad de actividades permite que cada individuo encuentre una forma de ejercicio que se adapte a sus preferencias y necesidades.

Además, para aquellos que recién inician en estas actividades, se cuenta con un equipo permanente que brinda apoyo durante todo el día y un equipo interdisciplinario realiza entrevistas preliminares para comprender las limitaciones físicas o miedos existentes, explicando de manera detallada el programa a cada participante. “Cada tallerista y profesional adaptan a cada caso particularidad la actividad. Sin demandar a las personas mayores esfuerzos, ni obligaciones o exigencias. Hasta donde cada uno de ellos y ellas puedan”, sostienen desde el Gobierno de la Ciudad.

Y agregan: “las personas mayores tienen mucho por dar y la sociedad debe aprender de ellos. Por eso nos interesa preguntarles a través de un formulario cuál es el interés a trabajar el año entrante, más allá de los talleres. Esto nos permite realizar encuentros maravillosos donde el conjunto y de acuerdo a la escénica de cada espacio pudieran desarrollar sus propias experiencias a mostrar”.

Para conocer más detalles de cada una de estas actividades, descarga la app de la Ciudad de Buenos Aires Club+Simple. o ingresar al sitio web de la Secretaría de Bienestar Integral, redes sociales o pedir información presencial en las sedes comunales.